OTRO CASO QUE NO PUDO QUEDAR OCULTO. OTRO MARIDO EN LA CARCEL POR ASESINATO

JUSTICA PARA LORENA AUBAN, ASESINADA COBARDEMENTE EN JUNIO DEL 2007


En un vuelco que sorprendió a todos -excepto a los propios pesquisas-, el fiscal de Instrucción de la ciudad de Arroyito, José Argüello, ordenó la detención de Claudio Cristian Bissone (33), el viudo de Lorena Aubán (28), la farmacéutica estrangulada en su negocio en junio de 2007, un crimen que tuvo amplia repercusión y motivó marchas exigiendo justicia.

Bissone quedó imputado por "homicidio calificado", ya que, de acuerdo con la investigación, sería el autor material del homicidio de su esposa. ¿Y cómo llegó la Justicia, tres años después, a semejante conclusión? En palabras del propio fiscal: "En la farmacia hallamos una prueba científica que, analizada por el Ceprocor, fue irrefutable para vincular a Bissone".

Por el caso hay otros dos imputados: Alexis Arias (21, detenido, acusado del mismo delito que Bissone) y Alberto Flores (47, en libertad, acusado de encubrimiento al apropiarse del celular de la víctima y venderlo en una galería).

"Aún no les puedo confirmar cuál es esa prueba irrefutable, pero está confirmado que Bissone está implicado y que el asesinato tiene un móvil pasional", explicó EL FISCAL. Trascendió que un pelo o piel hallada en el lugar del crimen serían las pruebas que revelaron el ADN del homicida.

Cómo fue todo. Lorena Aubán, madre de una niña que hoy tiene 4 años, fue hallada golpeada y estrangulada minutos antes de las 9 del 23 de junio de 2007. El cadáver estaba tirado en el baño de su farmacia de calle Vocos y General Paz, en esta pequeña ciudad del departamento San Justo, al este de la provincia de Córdoba.

Si bien a la víctima le faltaban su celular y cartera, llamó la atención que no habían desvalijado la caja ni robado medicamentos.

Tiempo después, entre numerosas marchas de la familia de la víctima para exigir justicia, la Policía detuvo a Arias y a Flores. El primero cayó luego de que le habría confesado a una prostituta de Arroyito que "todo se fue de las manos" y que él no quiso "matar a esa mujer". Flores, en tanto, habría vendido el celular de Aubán en una galería de la Capital.

Sin embargo, a la Justicia había algo que no le "cerraba" del marido de la farmacéutica. "Se contradecía en las declaraciones, era frío, seco, parecía que no le importaba quién había matado a su mujer. Incluso, cuando lo detuvimos, el tipo ni siquiera hizo un gesto", confió una fuente policial. La prueba del Ceprocor, conocida en las últimas horas, fue lapidaria, por lo que el fiscal Argüello ordenó el rápido arresto del sospechoso. Para los pesquisas, no hay dudas de que se trató de un ataque pasional.

El caso tiene una sorprendente similitud con el crimen de Natalia Vercesi, supuestamente a manos de su marido, Alejandro Bertotti, en la ciudad de San Francisco.